jueves, 6 de diciembre de 2007

Ocho

-


Porque ya no me asustan tus colmillos
ya no me asustan tus miradas ni tus lágrimas
siempre te hiciste feroz pero siempre escondiendo las garras
las cosas envejecen, vos también
y cuando uno se pasa tanto tiempo mirando, mirando y mirando
deja de asustarse. Quizás, si a arrepentirse.


-.

No hay comentarios: