viernes, 28 de agosto de 2009

El río sigue su curso sin cambio ni pendientes cuando pienso en mi pasado hasta el presente, ahogando mi alma siempre que coqueteo con algún triunfo y éstas son épocas en las cuales todos conocen mi perfección, y es que soy inmune a la derrota.. si siempre la viví perdiendo.
Pero en cuanto la corriente en contra no se haga ola será mi pequeña esperanza, como este café molido en mi mate, siempre voy a poder recuperar la libertad que deriva en el turbio río que aún vive en sus manos y que siempre sopla según el dolor de las heridas de su corazón.

martes, 4 de agosto de 2009

Mi arma letal y sin querer.

Recién me acabo de poner a pensar en que sencillo sería todo si cada ser pudiese desifrar al resto, y cuando digo ser me refiero a cada una de las almas que miren y respiren.
Pero, ¿por qué la fantasía?, por qué no podemos expresarnos libres y sin culpa alguna de todo lo que sentimos o pensamos que siempre hay que estar jugando a las adivinanzas?, a lo mejor sería un caos, un caso de confeciones y emociones, broncas y favores interminables para todos.
Pero yo no creo que sea por esa razón, si no porque las personas dudan y temen todo el tiempo con todo y no saben qué hacer ni decir si no es algo que les haya pasado por ya décima vez. Muy pocos son los que abren los ojos y eso no lo da los años si no que tan libre se sienta uno, porque yo ví esa seguridad en los ojos de una nena. Era una foto y no sé su edad, ojalá pudiera llevarla en mi billetera sin fondos para enseñarles a todos esos ojos y que se den cuenta de cómo una personita tan chiquita y hermosa sea capaz de dar tanta seguridad y ser tan libre, tan libre que ya cansada de escuchar tanto ruido en las personas enloquezca y sea un arma letal., mi arma letal.
Pero si mi libertad es más clara que una sonrisa, cómo es que a veces me sienta con el estómago agudo de tanto pensar, si cuando escribo grito, cuando canto grito, cuando toco la guitarra grito.
No encuentro el depósito de tanto que tengo adentro y voy a explotar, no voy a poder ni fantasear con adivinar ni con expresar. Y aunque sin querer, mi puerta final no sé si esté al alcance de mi mente.