jueves, 29 de octubre de 2009

Sentimiento multicolor


No solo hay que armarse de coraje para hacerle frente al monstruo lobo feroz, hay que tener corazoncitos ajenos como columna, llenos de amor con soltura que sepan abrazar sin pudor y que sepan ser maestros de llantos.
Somos remedio de un dolor que puede llegar hasta tamaños infinitos que nadie imagina, que van pudriendo cada rincón del que bombea sin dar tregua a pesar de nuestras bandera blanca. Bandera blanca de tristeza sin razón que carece de sentido para el latido común; común para el que nunca sintió un vuelo multicolor que dispara sonrisas de amargura y dulzura feliz; feliz como cada persona que encuentra su tono perfecto y así va pintando sin reparos sus hermosos mamarrachos como prueba.
Cada cual está hecho de sentimientos y colores que se diluyen por los dramas y temores, como acuarelas en agua; pero en ésta paleta terrestre siempre vamos a encontrar con quién mezclar ése dolor y salvar ésa pintura, así quedando terminado el retrato de un recuerdo tan fantástico como el de una historia rica por lo que significó.
La riqueza se mide por importancia, sea buena o mala, hay que sentirse dichoso y saber disfrutar cada sonrisa y cada lárgima.

Sus uñas eran negras...


Sus uñas eran negras, prueba de que lo que toca se vuelve luz y lo que limpió se lo lleva a su boca para tragarlo y purificarlo con su corazón así después escupirlo pudiendo nosotros respirar todo ese dulce. Ese dulce color magia que solo yo pude ver con éstos ojos débiles carentes de su propio brillo cuando no la ven.
Es como el arcoiris después de una lluvia de rayos violetas esperando a que caiga la noche y renazca esa primer estrella haciendo de su propio reflejo recordándonos que siempre está dispuesta a rasguñar la mugre de nuestros cuerpos y tesoros internos.




martes, 20 de octubre de 2009

Mi profesión


A mi edad tengo la suerte de saber todas las cosas que no me gustaría ser cuando esté hecho hombre de pies a cabeza, pero no digo nunca porque esto es la vida y son pocos los que hacen lo que les saca sonrisas cuando amanece.
Miro un camión de bomberos y me imagino salvando almas, de gorro y guantes con la cara quemada, pero sé de mis piernas entumecidas cuando la imaginación es realidad y que solo podría actuar así en sitaución vida-muerte, no es para mi.
Camino por el centro y entre camisas y corbatas puedo verme de traje con maletín en mano. Abogado?, soberbio de leyes y discusiones conyugales, pinochos que quieren del verde y subsisten del desgraciado (por hoy, generalizando). Qué mueve a un abogado ser abogado?... y no sé, no es para mi.
Lo que sé que es para mi es vivir, pero no vivir la vida, si no cada día. Sonreir con quienes quieran y merezcan sonreir conmigo, dar abrazos que duren más que lo que tardo en olvidarla, sentir mariposas y hormigueo en mis manos, en mis dedos y en los de quien yo mire. Nunca olvidarme de llorar pero jamás por cualquier cosa, solo y con quien comparta mi/su "poca" fortuna, entre comillas porque tener con quien derramar tibias lágrimas de sal es ser más rico que ésa inoportuna tristeza. Enojarme para saber perdonar y para nunca olvidarme de extrañar, saber pedir perdón para nunca otra vez ese mismo error.
Y nunca dejar de andar con la vista aguda para poder destilar todos los secretos que descubra mientras busco a quien me encuentre para poder contárselo por el solo hecho de que quiera saberlo.
Creo que a fin de cuentas, mi profesión es ser yo.