lunes, 16 de marzo de 2009

Ángel

Tengo de tu perfume en mis pulseras todavía, en mi remera y en mi sonrisa. Tengo tus dibujos en mi brazo, en mis manos y en mi abdomen, espero que también tengas mi dedicatoria en tu espalda. Basta con que nos miremos para sentirnos mal por nosotros, los ojos tristes nos delatan y entramos en la línea de comprensión, donde ya no hace falta que te cuente ni muestre nada, me leés como a tu mejor libro mientras tu voz se quiebra consolandome la angustia que me trepa bien de adentro hasta escaparse por los poros de mi cara.
Sos mi ángel guardián en vida, mi rincón privado donde puedo escupir hasta las cosas más envenenadas que me atacan. Me conmueve el simple hecho de saber que hay alguien a quien no puedo ocultarle nada, a quien no puedo disimular ni usar mis tretas para disfrazar lo que yo siento. Te confío mi corazón y mis cuentos, mis canciones y mis sufrimientos. Te confío lo que pasó, lo que pasa y lo que va a pasar, porque sos mi ángel en vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nunca jamas de los jamases firme un blog. Asi que deberias sentirte demasiado importante y feliz.
Si, feliz, aunque las situaciones de la vida no lo ameriten... pero muy a pesar de todo eso, hay cosas que te sacan sonrisas, como eso que escribiste.
Gracias (L) porque me alegraste mucho muy en toda esta tristeza que porto encima estos dias.
Te quiero mucho, un monton! (mas de lo que pensas) :)