martes, 10 de marzo de 2009

Sería una pena que me escabullera otra vez entre copas, imaginarme a los rincones de mi habitación como hogares ideales obligado a esos desencuentros matutinos.
Quiero dejar mi pescueso intacto, ya no tan sano, de esta línea de tiempo que parece de nunca acabar. Siempre a una ruta se le aparecen desvíos, atajos o presipicios.. éste último está en penitencia por ser tan desagradable, pero.., un atajo fue desaprobechado, creo que no estoy hecho para las pequeñas oportunidades que el señor sol me da, asique un desvío de mil grados me vendría mejor que una copa de vino en este momento, mejor que cualquier tipo de cigarro.
Pero el desvío no lo tengo, no lo encuentro, tengo que esperar a que él me encuentre, asique caigo y me rindo en esta noche a otro vaso bordó, solamente para sumergirme en mi impecable desempeño del beber y no del deber. Guardo mi guitarra en su funda, apago lo que me queda de cenizas en el cenicero y marcho sin freno al olvido de unas horas.

No hay comentarios: