No es como cuando algunos asumen
que un sueño siempre será
mejor que algo auténtico, que te la agiten
con disparates que pululan de razón
sin un segundo de reparo
o que comparen a una hoja
cayendo con un instante atroz.
Es como cuando ella se confunde de reparto
y al capataz lo hacen hacer de peón, sin nunca
haber sido peón y sin darte cuenta,
te elabora un corazón corrosivo
con sus muecas que combinan con este otoño helado.