viernes, 1 de febrero de 2008

El corazón, palpita.

.


Que lindo que fue escaparse un buen rato, pero que lindo fue
si ya empezaban a rodar camperas, mochilas, alcoholes, drogas
y las guitarras que estaban sonando siempre para hacer recordar
a cada uno, a quien tuviese el poder de la púa.
Los fogones si que fueron eternos y siempre habían brindis, hasta por
la última hormiga del lugar..
los "buenos días" y los "hasta luego" a cada cual lo relajaba y
hacía que el mareo se fundiera en el sueño tan efímero como lo fue el sol,
el bueno tiempo y las ganas de largas una buena combinación de ingeridos.
Las cacerolas gritaron gracias a la vuelta, parecieran haber tomado más sol
que cada uno de nosotros por el fuego que nos estuvo alimentando con lo que podía
casi no me acuerdo el significado de la palabra manjar, pero conozco tan bien
el satisfecho por esos vinos, por esos abrazos y las carcajadas que se hacían sentir,
eternas, las panzas pedían tregua y no se la dimos, hasta hoy.
También se rodaban historias de aquellas piraterias, que alzaban las banderas
y con espadas y parches más ese bidón de oro eran el coctel especial
la parada era en la estación esperanza mientras las mandarinas sonaban
con cantos a la luz de la luna y la lluvia que se hizo sentir tan fuerte como quizo
tanto que me olvidé lo que representaba, para que ahora ese sentimiento sea solo mío
el celuar sonó, la caca estaba desparramada daba una escena ideal y de risas
una anécdota más para anotar en ese librito casi llegando a su final por fin.
Toda esta mente queda tan abierta como cuando se escapan las nubes
como alguna que otra noche de orgasmos al máximo, como nunca, como el mejor
me quedo con tantas almas adentro que revalsan, pero las guardo, porque me gustan
como este capítulo, como los que se vienen y espero con ansias.. (espero).

.

No hay comentarios: